La historia se repite. El que fuera concejal del distrito de Usera, allá por los años 90, Alberto López Viejo, no sin motivos llamado “el azote de Orcasitas”, intentó quitarse de en medio a unos vecinos díscolos y molestos y a su asociación a la cabeza; pero no lo consiguió. En estos momentos, López Viejo está acusado por diversos delitos, dentro de la trama Gürtel, y ¡¡qué causalidad!! en el pleno municipal de Usera del pasado miércoles 6 de octubre el grupo municipal del PP presentó una propuesta para echar a la AVV de sus locales.
La AVV Meseta de Orcasitas se construyó mediante un proyecto vecinal y desde 1986 tiene la cesión de los locales de la primera planta del Centro Cultural, según acuerdo del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la propia Asociación. Además, esta primera planta está ocupada por la Asociación de Mujeres Meseta de Orcasitas, por un grupo de teatro, por un grupo de música castellana y por un grupo de apoyo a los afectados del síndrome tóxico. Además, acoge los actos de diferentes colectivos culturales, sociales y deportivos. Ha habido un reconocimiento por distintas entidades, tanto en nuestro país como fuera de él e incluso tiene el reconocimiento GOOD de la ONU, por la extraordinaria labor que ha desarrollado la asociación en estos años.
Una asociación participativa que cuenta con más de dos mil socios y que sus decisiones más importantes se toman en asamblea. Cuando se convoca un acto o evento, tanto festivo como reivindicativo allá acuden diligentemente, en gran número, vecinas y vecinos. Así ocurrió el pasado miércoles en el que más de cincuenta personas se presentaron en la Junta Municipal de Usera con sus camisetas rojas de «Orcasitas responde» y sus pancartas en contra de las múltiples corrupciones del PP. Se manifestaron pacíficamente y en silencio cuando se leyó la propuesta del Grupo Popular y la defensa de la Concejala y del Grupo Socialista, pero cuando el representante del PP argumentó el porqué de la propuesta y llegó a decir que…«ellos respetan el imperio de la ley…» la gente no pudo contenerse y los gritos, insultos y hasta las carcajadas se dejaron oír en toda la sala. La Presidenta tuvo que apaciguar los ánimos y pedir que los asistentes guardaran silencio para poder continuar el pleno.
La propuesta fue rechazada con los votos en contra del Grupo Socialista y de Ahora Madrid y con la abstención de Ciudadanos.