Problemas ambientales para el nuevo gobierno.

Francisco Castejón

Miembro de Acción en Red-Madrid

Desde luego, el problema principal a que se enfrenta el nuevo gobierno es el del cambio climático y los efectos que conlleva. Por suerte o por desgracia, la lucha contra el cambio climático y sus efectos tiene muchas implicaciones en diferentes campos ambientales y sociales. Se trata, por un lado, de tomar medidas que reduzcan en lo posible el calentamiento global, aun sabiendo que la reducción de emisiones debe ser a nivel mundial para ser efectiva, y, por otro, de desarrollar políticas que permitan sobrellevar los efectos del cambio climático.

En la toma de medidas y la adopción de políticas mitigadores de los efectos del cambio climático, el gobierno se las tendrá que ver muy a menudo con las comunidades autónomas y ayuntamientos, que tienen transferidas competencias sobre medio ambiente y urbanismo. Y, dado el reparto de poder territorial, este gobierno no lo tendrá fácil. Ejemplos de esto fue el pulso para mantener las restricciones al tráfico en el centro de Madrid o las tensiones con los regadíos ilegales en las cercanías de Doñana.

Laguna del Acebuche. Parque Nacional de Doñana

En la lucha contra el cambio climático hay que realizar una transición hacia una economía descarbonizada y circular. La descarbonización se traduce en las transformaciones tecnológicas necesarias para ir eliminando los combustibles fósiles. Para ello es necesario una transición energética muy ambiciosa, una transformación profunda del transporte y una transformación industrial. Estos objetivos están recogidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), un plan que fija una reducción de emisiones de gases de invernadero del 32% con respecto a 1990 y una generación renovable del 48% de la energía total en 2030, para alcanzar la descarbonización total en 2050. Las inversiones necesarias ascienden a 290.000 millones de euros.

El presente gobierno comenzó estas tres transiciones en las anteriores legislaturas. Pero además del desafío tecnológico y financiero que implican, y más allá del iportante debate de si deberían ser más ambiciosas, el gobierno no debe olvidar las tensiones sociales que están despertando, por la forma en que se hacen.

Para empezar, las medidas de expansión de renovables deben ir acompañadas de otras que promuevan el ahorro y la eficiencia. Pero esto no solo se consigue con cambios tecnológicos, sino también promoviendo la austeridad en las formas de vida. Ya sabemos que esto es remar en contra de los tiempos: no hay más que ver el consumo desbocado que se desata, por ejemplo, en las fechas navideñas. Sin embargo, es importante avanzar hacia un cambio cultural que saque el consumo del centro de nuestras vidas. Este cambio debe incluir un cambio en la dieta, en que consumamos menos proteínas animales y productos de temporada y de km 0.

Es imprescindible vigilar los impactos ambientales y sociales, o la transición hacia una sociedad más ecológica se hará en contra de las mayorías. No solo eso, sino que la pérdida de apoyo social es una coartada perfecta para la reacción política y de los agentes económicos en contra de la transición, lo que se traduciría en un freno muy costoso ambientalmente. El Gobierno debe garantizar que la expansión de renovables no se hace invadiendo tierras productivas ni violentando la voluntad de los propietarios del suelo. Asimismo, el despliegue de paneles solares debería empezar por los tejados de zonas habitadas y por polígonos industriales.

La reconversión del transporte es otra de las tareas a emprender. Es necesario electrificar el transporte basándose en la promoción del transporte público. Disminuir los viajes en vehículo movilidad ciudadana el uso de la bicicleta, además del uso de los transportes públicos, son medidas básicas para esa reconversión del transporte. Se debe primar la accesibilidad sobre la movilidad, mediante una adecuada planificación urbanística, y se potenciará también el caminar. Una planificación urbanística adecuada ha de minimizar los desplazamientos necesarios tanto para trabajar, como para el ocio. Por cierto, que todas estas medidas de disminución del tráfico en las ciudades, conllevarán una mejora de la calidad del aire, que es otro de los desafíos importantes para la salud y el medio ambiente.

Una tarea que mejora la calidad de vida de la ciudadanía es la naturalización de las ciudades, creando zonas de arbolado, techos verdes, ríos vivos, huertos urbanos, defendiendo los espacios rurales cercanos o dentro de las ciudades como las vegas y huertas,… Por otra parte, una buena ordenación del territorio generaría oportunidades de trabajo y de realización de forma descentralizada y evitaría las migraciones internas. Aunque estas medidas se deben tomar a nivel municipal y autonómico, el gobierno las puede favorecer con apoyos fiscales o con la emisión de leyes.

La escasez de agua es uno de los problemas históricos de nuestro país, que ahora se ve agravado sobre todo por el cambio climático y por un desarrollo insensato de los regadíos agrícolas. Es imprescindible ordenar el territorio para reducir el consumo de agua, aumentar la eficiencia de los regadíos y reducir la extensión de estos últimos. Esto se hará bien planificadamente o de forma brusca y forzada cuando deje de haber agua disponible para esta extensa actividad. Los regadíos suponen el 80% del consumo de agua. Es imprescindible trabajar para construir una nueva cultura del agua, tal como proclama el Foro del mismo nombre, que permita unos usos más sensatos que, a su vez, permitan a nuestros ríos recuperar su función de fortalecer y albergar ecosistemas.

La desertificación es también otro problema histórico que, al igual que la sequía, se ve aumentada por el efecto del cambio climático. La deforestación, el uso abusivo del suelo y la falta de agua han hecho avanzar el desierto, con un cambio progresivo del clima de la península que hace avanzar las zonas áridas. La reforestación con especies autóctonas es una herramienta para luchar contra este problema.

Los incendios forestales son una verdadera lacra en nuestro país. Los veranos tórridos, la falta de precipitaciones y la insuficiente conciencia social hacen que cada verano perdamos cientos de hectáreas de bosque o de monte bajo, dada la complejidad del fenómeno, que algunos casos se ve reforzado por tradiciones locales, no será fácil ponerle coto.

La defensa y extensión de los espacios naturales protegidos debe ser potenciada frente a la voracidad urbanística y la explotación turística. La lamentable situación del Mar Menor es un problema emblemático, pero también lo son las amenazas a las montañas en forma de la construcción de pistas de esquí a cotas cada vez más altas para conseguir que haya nieve más a menudo. Nieve que se está retirando según avanza el calentamiento global. Los proyectos de construir pistas en el Valle de la Canal Roya o en la zona de Parzán en el Pirineo son algunos ejemplos.

La defensa de la biodiversidad es otro gran desafío que requiere de una multitud de acciones, entre las que hay que contar la ya citada protección de espacios naturales donde pueden vivir las especies salvajes. Pero es imprescindible también establecer la protección de especies emblemáticas que, a menudo, se desplazan grandes distancias en el territorio y no se confinan en un espacio dado. El programa de recuperación del lince va poco a poco dando sus frutos y no genera graves contradicciones con sectores sociales. La protección del lobo, sin embargo, es también perentoria dado el bajo censo de población del mamífero depredador ibérico que está en la cima de nuestra pirámide biológica. Como se ha visto, este es un tema mucho más polémico porque ha chocado con los intereses ganaderos. Está clara la necesidad de mantener un depredador como el lobo para mantener un equilibrio ecológico, sin embargo también es necesario compensar a los pastores por los daños recibidos.

Dentro de la protección de la diversidad está el capítulo de la lucha contra las especies invasoras. De nuevo estamos ante un problema difícil porque existe el problema ético del sacrificio de animales y porque, a menudo, resulta técnicamente muy complicada la erradicación de estas especies.

Dos bombas de Palomares (Almería) en el Museo Nacional de Ciencia e Historia Nuclear de Albuquerque, Estados Unidos.

Otro desafío es la remediación de terrenos contaminados tanto química como radiactivamente debido a las actividades industriales o de vertidos cuyos responsables están a menudo desaparecidos. Un ejemplo paradigmático, pero no el único, son los terrenos contaminados de Palomares (Almería) contaminados por plutonio tras el accidente durante el repostaje de un bombardero estratégico B-52 de los EEUU en 1966. Y tratando de contaminación, no hay que olvidar el estado de nuestros mares y ríos. En muchos casos los encontramos llenos de sustancias tóxicas y plásticos.

Como hemos visto, el gobierno tiene muchos desafíos por delante. Y con unas circunstancias políticas desfavorables y con unos poderes económicos que no se lo van a poner fácil. Es muy importante atacar esos problemas con voluntad y hacer mucha pedagogía y fortalecer la educación para generar conciencia ecológica y contar así con los apoyos sociales necesarios. Los problemas ambientales son de los más importantes que el Gobierno debe afrontar, y debe por tanto colocarlos en el centro del debate político.

Las elecciones europeas de junio importan

Gabriel Flores
Economista. Experto en temas europeos.
De Berrituz, 26 de diciembre de 2023.
Cámara secundaria del Parlamento Europeo

 

Las próximas elecciones europeas se celebrarán en los 27 estados miembros de la Unión Europea (UE) entre el 6 y el 9 de junio de 2024. Su resultado contribuirá a perfilar las prioridades y políticas comunitarias que impactarán en la vida de las grandes mayorías sociales.

  

      A partir de 2010, las políticas de austeridad impuestas por las instituciones de la UE causaron graves estragos económicos y sociales que se añadieron a los destructivos efectos de la crisis financiera global de 2008. En 2020, al desatarse la crisis multidimensional generada por la pandemia del Covid-19, las políticas comunitarias fueron decisivas para promover y financiar medidas de protección y recuperación que evitaron una catástrofe sanitaria, económica y social. Ante los retos actuales, ¿responderá la UE como en 2010 o como en 2020?.

 

      Las elecciones al Parlamento Europeo (PE), que se realizarán en España el domingo 9 de junio, importan. Sería una calamidad que los partidos políticos se desentendieran de los problemas de la UE y convirtieran esa cita electoral en una segunda vuelta de las generales del 23-J para intentar recuperar terreno perdido o ajustar cuentas pendientes.

 

      En una reciente visita a Berlín para intervenir en el congreso del Partido Socialdemócrata de Alemania, el presidente Sánchez señaló que estas elecciones europeas son una encrucijada: o una Europa abierta que inspire al mundo en defensa de la integración, el progreso y los derechos humanos o una Europa escondida tras las trincheras del odio y el miedo que sigue cavando una extrema derecha en ascenso. Un verdadero dilema existencial que refleja bien la trascendencia de estas elecciones, pero que contribuye poco a centrar la atención pública en las propuestas que determinarán si el proyecto de una Europa progresista podrá contar con el apoyo de la mayoría social y qué amplia alianza de fuerzas europeístas lo llevará a cabo.

 

      Convendría exigir a líderes y partidos políticos que no se vayan por las nubes de los relatos identitarios o diferenciadores y se esfuercen en explicar sus propuestas, aterrizando en los detalles de cómo pueden contribuir a fortalecer la integración europea y mejorar la vida de la ciudadanía. Exigencias de concreción que cobran mayor importancia ante la complejidad institucional de la UE, que hace tan difícil entender la viabilidad y el curso a seguir en la aplicación de las medidas.

  

      El próximo mes de junio, el futuro del modelo progresista de Europa tendrá su centro de gravedad en las urnas, pero la disputa no se agota en el terreno electoral ni en el espacio comunitario. Se extiende también a la tarea de mantener abierta la opción de un nuevo orden mundial democrático, inclusivo y multilateral. Para conseguirlo, la UE necesita ganar influencia internacional, lo que pasa necesariamente, tanto por razones geoestratégicas y de responsabilidad histórica como por los múltiples lazos culturales y de todo tipo que aún se mantienen, por ofrecer certidumbres y un futuro deseable a los países y la población de África y América Latina.

  

      Europa puede ser portadora de un proyecto de orden internacional alternativo a los que ofrecen China o EEUU y lo más alejado posible del desorden que crean potencias regionales que, como Rusia, se toman la justicia por su mano, imponen a países vecinos la razón de su fuerza y pretenden un mundo multipolar sustentado en el autoritarismo, la carrera armamentista y la amenaza militar creíble.

  

      De la importancia que la ciudadanía europea concede a las elecciones al PE da cuenta el Eurobarómetro de  otoño, EB 100.1, que acaba de publicarse en diciembre de 2023. Del total de 26.797 personas encuestadas, el 68% aseguraba que probablemente votaría en las elecciones europeas; porcentaje que en España era algo menor, un 64% que superaba al 60,7% que participó efectivamente en las elecciones europeas de 2019.

 

      A seis meses vista, esa notable inclinación a votar tiene como punto de patida una valoración muy positiva de los beneficios obtenidos con la pertenencia al club comunitario, que en el caso de España alcanzaba un porcentaje del 78%, frente a un 13% que no la consideraba beneficiosa. Niveles que en el conjunto de la UE eran, respectivamente, del 72 y el 22%.

 

      El carácter mayoritariamente progresista de la ciudadanía comunitaria se observa en las opciones que reciben más apoyos en la pregunta (admitía un máximo de 4 respuestas) sobre qué prioridades le gustaría que tuviera el PE: sanidad pública, 50% en España (34%en la UE); apoyo a la economía y creación de nuevos puestos de trabajo, 41% (29%); lucha contra la pobreza y la exclusión social, 40% (36%); acción contra el cambio climático, 25% (29%); democracia y Estado de derecho, 23% (28%); ayuda humanitaria y asistencia al desarrollo, 19% (16%). La ciudadanía europea no parece encastillada en un bienestar económico excluyente ni en las ensoñaciones reaccionarias de la extrema derecha. Fortalecer y concretar estas prioridades es una tarea fundamental de los partidos y las fuerzas progresistas y de izquierdas.

Cámara principal del Parlamento Europeo.

Cambios institucionales y de política económica a debate

      La integración europea puede estancarse en su estadio actual de un mercado único inacabado y fragmentado y de una unión monetaria que no cuenta con un Tesoro público ni con una unión fiscal que permitan avanzar hacia una UE más robusta que disponga de fórmulas claras de consentimiento y control democrático de la ciudadanía sobre la acción política comunitaria. Ese estancamiento acabaría deteriorando la integración y facilitaría la tarea de los populismos que contraponen eficacia económica a democracia, intereses nacionales a derechos humanos y soberanía nacional a soberanía compartida. Sin más y mejor integración europea el camino de la extrema derecha quedaría despejado.

      Es en esta delicada situación en la que Estados miembros y ciudadanía deben realizar el debate público y tomar las decisiones que orienten los cambios institucionales y de política económica que determinarán el futuro de la UE. Una tarea posible, pero nada fácil, en la que sobran consignas, juicios sumarios y calenturas ideológicas.

 

Entre los temas centrales de la conversación a propiciar entre la ciudadanía habría que señalar, al menos, los cinco siguientes:

 

      1º. Las transiciones energética, ecológica y digital en marcha apuntan a cambios profundos de estructuras y especializaciones productivas, pero aún no avanzan al ritmo deseable. ¿Cómo garantizar su financiación y el decisivo papel que deben tener las instituciones públicas en su desarrollo y en asegurar que no generen más factores de desigualdad ni nuevos sectores sociales vulnerables?. 

      2º. El envejecimiento de la población europea y el declive de la población en edad de trabajar crean nudos al desarrollo económico y social que no pueden desatarse sin el concurso de una política común de inmigración que respete los derechos humanos y considere las necesidades de desarrollo y estabilidad democrática de los países de origen de la migración. En sentido contrario, se acordó el pasado 20 de diciembre un nuevo Pacto sobre Migración y Asilo que cuestiona el derecho de asilo y no garantiza los derechos humanos de las personas migrantes, a las que contribuye a criminalizar. En los próximos meses deberá ser aprobado formalmente por el Consejo Europeo y el PE, ¿qué supondría su ratificación definitiva sin cambiar nada?.


      3º. No existe una política comunitaria de seguridad y defensa. ¿Es necesaria? ¿Cuál debería ser su objetivo? ¿Convertir a la UE en una tercera potencia militar mundial? ¿Confirmar la actual situación de subordinación militar a EEUU? ¿Ganar autonomía estratégica para impulsar soluciones diplomáticas y avanzar en la coordinación de una fuerza disuasoria que responda a la demanda ciudadana de seguridad?.


      4º. La UE demostró en 2020 capacidad de responder a los muy graves problemas desencadenados por la crisis del Covid-19 con medidas audaces e innovadoras: suspensión de las reglas fiscales; fondos comunes de recuperación y transformación; fórmulas de mutualización de deuda pública y riesgos; inversiones comunitarias con fondos europeos… ¿Cómo aprovechar sus enseñanzas e impedir la vuelta hacia políticas ineficaces y contraproducentes como las impuestas en 2010?.


      5º ¿Puede el BCE seguir siendo estatutariamente ajeno a los requerimientos macroeconómicos asociados a su mandato de estabilidad de precios o reducirlo al objetivo arbitrario y de otra época de mantener la tasa de inflación alrededor del 2%?


      Aún se está a tiempo de avanzar en un modelo progresista de Europa con los pies bien asentados en la tierra firme de los derechos humanos y los intereses y aspiraciones de la mayoría social. Depende en parte del voto del 9 de junio.


Selección de artículos y libros sobre Palestina y el genocidio en Gaza

Gaza. Banksy

La libertad del pueblo

En mi patria, el ciclón, la lluvia, los truenos

lo repiten conmigo

¡Libertad!

¡Libertad!

¡Libertad!

Continuaré escribiendo su nombre al combatir:

En la tierra, en los muros, en las puertas,

contra las brechas de las casas;

en la mezquita y el ara de la Virgen,

por todos los caminos de las fincas.

Por todas las colinas, las pendientes,

las calles, las esquinas.

En la cárcel y el calabozo de tortura.

En la madera de las horcas.

Continuaré, a pesar de las cadenas,

a pesar de las casas destrozadas,

a pesar de las grandes hogueras,

escribiendo su nombre. Para ver

cómo se va extendiendo por nuestra patria y crece,

y continúa creciendo,

sin parar, hasta cubrir

palmo a palmo su húmeda tierra.

Hasta ver cómo una roja libertad abre todas las puertas

mientras huye la noche,

y aplasta la luz los fustes de la niebla.

Fadwa Tuqán
“Al–layl wal–fursan” (1969)
(Trad. P. Martínez Montávez, M. Sobh)
(Cit. en Líneas que se quiebran en la horizontal,
Editorial CantArabia, 2005)

 

Artículos

  • «Y después de condenar, ¿qué?» Santiago Alba Rico
  • «Salvar a Israel». Santiago Alba Rico
  • «Frente a un genocidio. Conversación con Santiago Alba Rico». Carlos Fernández Liria (vídeo)
  • Tamir Sorek, sociólogo israelí: “La pretensión de tener una democracia acabará tras la ofensiva en Gaza”. Javier Biosca Azcoiti
  • «La memoria selectiva de la sociedad israelí». Sylvain Cypel
  • «Una batalla desigual también en las redes». Itxaso Domínguez de Olazábal
  • «Antisemitismo e islamofobia y sus implicaciones». Gabriel Flores
  • «Historiadores judíos contra la limpieza étnica en Gaza». Soledad Gallego–Díaz
  • «Palestina–Israel: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?» Eugenio García Gascón
  • «Escuelas cerradas y destruidas: así compromete la guerra la educación y el futuro de Gaza». Aseel Mousa/Emma Graham–Harrison
  • El historiador israelo–británico Avi Shlaim: “ Las potencias occidentales serán cómplices del ataque de Israel a Gaza”. Óscar Gutiérrez
  • «El ajuste de cuentas debe ser con Hamás, no con todos los gazatíes». Gideon Levy
  • «La frase de Sánchez sobre Israel que reconoce que España incumple la legislación de exportación de armas».  Antonio Maestre
  • «Gaza, los crímenes contra el pueblo palestino tienen responsables y cómplices». Miguel López (Foro Milicia y Democracia)
  • «Los colonos israelíes son intocables y van a más en Cisjordania». Céline Martelet y Alexandra Rito (Mediapart)
  • “El origen de la violencia en Gaza está en la ideología racista de la eliminación del nativo”. Ilan Pappe
  • «Obscena e injusta equidistancia». Jesús Parra Montero
  • «Palestina, 75 años de sufrimiento». Iosu Perales Arretxe
  • «El mundo de ayer».  David Perejil
  • «Un alegato feminista por las mujeres palestinas». Isabel Pérez
  • “Nabka, 2023: el desplazamiento forzado de población palestina en Gaza». Olga Rodríguez
  • «Los objetivos de Israel ante Gaza». Olga Rodríguez
  • «El gran error de la ONU y el expolio de Palestina». Carmen Ruiz Bravo–Villasante
  • «Israel–Palestina: verdades incómodas». Marcus Schneider
  • «La guerra en Gaza: patologías de la venganza». Adam Shatz
  • «Asquerosa doble moral». Juan Torres López
  • «Europa, Palestina y las brujas de Salem». Miguel Urbán
  • «Palestina, lo peor está por venir». Javier Valenzuela

Libros y revista

  • Palestina. El hilo de la memoria. Teresa Aranguren (CantArabia, 2023)
  • Palestina. José Abu–Tarbush e Isaías Barreñada (Catarat, 2023)
  • La limpieza étnica de Palestina. Ilan Pappé (Booket, 2014)
  • Palestina vive. AA.VV (Contrabandos, 2013)
  • El muro de hierro. Avi Shlaim (Almed Ediciones, 2015)
  • «Revista Idearabia». (Nº 20, diciembre 2023)

Festival Internacional de cine El ojO cojo 2023 en Lá Bóveda

Durante cuatro sesiones, cada viernes del mes de noviembre, a las 19 horas, La Bóveda de Acción en Red Madrid fue una de las sedes de la decimonovena edición del Festival Internacional de cine el ojO cojo. Se proyectaron once películas pertenecientes a las tres secciones que ofrecía el Festival (Muestra paralela, Documental, Cortometraje).

Según aparece en la web del festival, sus integrantes son “una organización joven y sin fines de lucro que busca construir espacios de integración cultural con un enfoque de género, basados en el conocimiento de la realidad y la participación activa en la sociedad.

Nuestra estructura organizativa se basa en la articulación dinámica de saberes técnicos, profesionales y artísticos para la creación de programas que aborden la complejidad de la realidad contemporánea.

Como reflejo de nuestra propia diversidad, mantenemos una postura ética de profundo respeto hacia la diversidad sociocultural. A partir de esta perspectiva, hemos desarrollado una metodología que se centra en el reconocimiento de las potencialidades de las personas como base para la transformación social y la mejora de la calidad de vida. Nuestro compromiso es trabajar en pos de la diversidad, la convivencia cultural y la equidad de género en nuestras comunidades, utilizando la creatividad y el trabajo en equipo como herramientas fundamentales. Para llevar a cabo estos postulados, nuestro trabajo se enfoca prin

cipalmente en los contextos comunitarios locales.

Nuestro equipo está formado por un colectivo multicultural de profesionales de diferentes disciplinas artísticas, sociales y técnicas, así como por el aporte constante de voluntarios. Trabajamos tanto en los ayuntamientos de Madrid como en espacios culturales de toda España. Estamos abiertos a colaboraciones y alianzas que nos permitan seguir creciendo y expandiendo nuestra labor en todo el territorio español. ¡Únete a nosotros y ayúdanos a construir un mundo más justo y diverso!”.

En La Bóveda nos reunimos en cada sesión para disfrutar y debatir sobre cada una de las piezas que se proyectaron. Realizamos a continuación una breve semblanza de lo que nos parecieron las películas proyectadas.

Primera sesión: Viernes 3 noviembre, 19h.

• AÚN QUEDA POLVO BAJO EL CONGO, de R. Ruvens, (España, 6 min)

Los niños soldado y el periodismo son el eje de este cortometraje, que muestra la debilidad profesional del periodismo de guerra, y el cansancio de sus protagonistas (muchos conflictos bélicos y mucho tiempo fuera de la familia). Enfrente, mirando, está el niño que nada tiene, el que tiene miedo, el que juega con una cámara fotográfica, con un arma… Es el Congo, pudieran ser muchos otros países.

• BABEL, de Alejandro San Martín (España, 9 min)

Esta pequeña pieza muestra a varias personas, con un comportamiento normal, que no son conscientes de que su habla, su forma de expresarse, la construcción de las oraciones que verbalizan, son dislates. Algún tipo de afasia (posiblemente afasia de Wernicke) es la que recorre este cortometraje. Son excluidos, son est

udiados… De fondo, resuena un eco más profundo: la dificultad que tenemos para expresarnos correctamente, la incapacidad que tenemos para escuchar con atención.

• EL TREN Y LA PENINSULA, de Sky Richards, Andreas Kruger Foncerrada (México, 93 min)

Hermoso largometraje documental que indaga en lo bueno y lo malo del tren maya (proyecto en fase de finalización, que atravesará cinco estados: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo), impulsado por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Numerosas personas recuerdan los nefastos antecedentes del ferrocarril como instrumento de beneficio para unos pocos latifundistas a través de la industria henequenera, mientras la gran masa de población, principalmente mayas, se quedaron al margen de los beneficios y con daños ambientales profundos. Estos recuerdos y la explotación turística de zonas cercanas, como Cancún, producen dudas, miedos y preocupación de

muchas de las personas que hablan a cámara, mientras la naturaleza ha devorado las vías del antiguo tren. Las esperanzas depositadas en este tren son pocas, a pesar de que, en principio, la fabricación del mismo es estatal, apoyado por el impuesto al turismo recaudado en Yucatán y que ofrecerá tres tipos de servicios: tren de pasajeros (con una tarifa módica), turístico (con una tarifa más lata) y de carga.

Se agradecen los numerosos testimonios que desfilan por le largometraje, sus sinceras preocupaciones y esa sensación de que, al final, nada habrá para ellos. Veremos que pasa. La inauguración del primer tramo: 15 de diciembre de 2023.

Segunda sesión. Viernes 10 noviembre, 19 h.

• LA ÚLTIMA PROYECCIÓN, de Isaac Cañizares (España, 12 min)

Este es un cortometraje, que por razones puramente sentimentales a mí me ha emocionado. Está dedicado al cine Pisa, un cine de barrio, el de San Ildefonso, en Cornellà de Llobregat, que abrió sus puertas en 1967 para cerrarlas en 2012. En la desaparición de los cines de barrio está el inicio de la concentración de cines en multisalas, y el consumo de cine frente a la recreación en el “experiencia de ir al cine” y de cómo esa experiencia nos hace cambiar como personas. En Madrid, no hace falta sentir nostalgia cuando recorremos la Gran Vía y ya apenas quedan tres cines. Pero en

los barrios, los cines de sesión continua igualmente desaparecieron, muchos de ellos a fines del siglo pasado.

La última proyección, en sus 12 minutos de duración, se toma su tiempo para hacernos sentir la emoción del aventura del cine, de la fantasía y del crecimiento personal a través de un adolescente que va con frecuencia a su cine de barrio. En este caso a ver la última de Batman, El caballero oscuro (2008), pero la semana que viene será otra y ahí estará el protagonista. Es, sobre todo, muy hermoso como acto casi contracultural, el de ir al cine, ese proceso en el que pensábamos la película que deseábamos ver, nos preparábamos, salíamos de casa para dejarnos embargar por la magia de la sala oscura. Decidíamos nosotros qué ver, y eso parece en desuso. Ahora, con frecuencia vamos a un centro comercial y, de paso, entramos a una sala de cine para matar el rato.

• GOLDEBER REITER / EL JINETE DORADO, de Konrad Schiaich (Alemania, 20 min)

Realmente resulta aterrador cómo los enfermos mentales han sido tratadas como delincuentes. En esta pieza, un enfermo mental, después de muchos años encarcelado va a ser examinado para una posible libertad. Lo asfixiante en el aspecto formal es el uso del scope que unifica a los muchos prisioneros, todos sentados,

y deja fuera a sus cuidadores y carceleros, que al estar de pie aparecen guillotinados, despersonalizados. Angustia no ver a los guardianes y genera un malestar continuo, una desconfianza institucional. Y, como no, es aterrador que se trate a enfermeos mentales como delincuentes…

• KAMBANA, de Samuel Pastor (España, 15 min)

Se desarrolla en Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo. Una de sus etnias, la Amtambahoaka, de apenas 50.000 miembros, mantiene un tabú desde hace medio milenio: la creencia de que los gemelos son portadores de m

alos augurios. El documental se centra en una mujer que decidió cuidar de sus hijos gemelos y del coste que supone vivir con el estigma, y también en dos adultos gemelos que decidieron crear una casa de acogida de gemelos abandonados. Es un trabajo emotivo, que despierta conciencias, sobre las numerosas y extrañas discriminaciones. Tiene el valor del documento, el valor de encontrar la forma de criticar una infausta tradición, pero a la vez, rodearla de enorme esperanza. Despierta en nosotros, como mínimo, el conocimiento.

Tercera sesión. Viernes 17 noviembre, 19 h.

REGALO, de Nuchiro Nakada (Japón, 20 min)

La confluencia en este cortometraje japonés entre dos culturas diferentes resulta armoniosa y simpática, como suele suceder en cierta cinematográfica japonesa. La relación entre un niño japonés y un refugiado sirio, repartidor de comida en bicicleta, tiene ese punto de arranque a partir del robo de la bicicleta al trabajador y la breve relación con un niño que dice que le va a llevar al lugar donde está su instrumento laboral. No hay intención de profundizar en el drama que supone la pérdida de la bicicleta para el refugiado -no estamos en el drama de Ladrón de bicicletas de Vittorio de Sica (1948), sino en la afección de El verano de Kikujiro de Takeshi Kitano, (1999)- y bajo ese punto de vista se ve con agrado y simpatía.

AJENOS A LA PAZ, de Laura Bibibana, Angel Rengifo, Noah David DeBonis (86 min)

El 23 de junio de 2016, después de casi cuatro años de diálogos entre el Gobierno colombiano y las FARCEP desarrollados en La Habana (Cuba), se declaró el cese temporal pero indefinido de las acciones militares de ambos bandos además de la desmovilización, entrega de armas y reinserción a la vida civil de los militantes del grupo subversivo. En 2018, fue elegido presidente Iván Duque, quien se desligó en muchos aspectos de los acuerdos de su predecesor Juan Manuel Santos.

Estos breves apuntes permiten contextualizar las vidas de tres ex guerrilleros y las dificultades de integración en una sociedad que los ve con recelo. Alexandra, la mujer indígena que anhela reconectarse con la familia y la tribu que dejó atrás como una niña soldado; Dayana, la vendedora del mercado que navega por los estigmas de su pasado guerrillero y su nueva identidad como mujer transgénero; y Ricardo, el empleado del gobierno que conserva secretamente su ideología comunista. Los resultados de la política represiva de Duque tiene sus consecuencias palpables en las tres personas, especialmente en la más vulnerable, Dayana.

En sus rostros está la diversidad de Colombia, y en sus responsables, la necesidad de hacerlo más amigable. No hace falta viajar muy lejos para conocer dichos mimbres.

Cuarta sesión. Viernes 24 noviembre, 19 h.

LA MECHA, Nicholas Hooper (Chile, 14 min)

Según la ONG Global Witness, entre 2012 y 2022 fueron asesinadas 1.919 personas dedicadas a la defensa de la tierra y el medioambiente. Cerca del 90% de dichos crímenes sucedieron en América Latina, siendo Brasil, México y Honduras los países más inseguros para las ambientalistas en estos diez años. Por poner un ejemplo conocido en España, el asesinato de la ambientalista hondureña Berta Cáceres en 2016, que da nombre a uno de los Espacios de Igualdad de Madrid (y muchos otros espacios y calles en otras ciudades).

La Mecha es un cortometraje chileno que indaga en el hostigamiento a las medioambientalistas. Aún no siendo de los países con mayores crímenes de este tipo, Chile no se queda a la cola. Macarena Valdés, Alejandro Castro y Javiera Rojas son tres ambientalistas que fueron encontrados muertos en extrañas condiciones, sin que haya culpables. Lo muestra este cortometraje a través del fallecimiento de su protagonista y, cómo se aparece y/o hace compañía a su hijo adolescente, en el proceso de toma de conciencia.

La Mecha incluye un notable uso de la rotoscopia, técnica por la cual se filma la película con actores reales para luego, mediante un programa informático, dibujarlos, creando una extraña simbiosis entre dibujo e imagen. El resultado que me produce aquí es un distanciamiento brechtiano, la sensación de frialdad en el relato, el añadido de una capa de extrañeza a la atmósfera que abriga al personaje de la activista fallecida.

Ayuda también en la sensación de frialdad el hecho de que el cortometraje hubo de ser filmado durante la pandemia, con restricciones severas. Se tuvo que filmar a los actores separados, y esa separación, en mi opinión, ayuda a crear ese clima de distanciamiento.

NONNA, Paco Sepúlveda (España, 20′)

En Nonna hay mucha planificación antes de ponerse a filmar. Siguiendo el canon no reglado por el cual un cortometraje de ficción debe de plantear una situación y tener un giro dramático que retuerza la narración, el giro dramático es un asombroso plano fijo de siete minutos de duración, en el cual acompañamos la angustia de la protagonista, sin ver lo sucedido, pero deduciendo, haciendo jugar a nuestra mente a través de los sentidos. Esos siete minutos, a mi parecer, son la perfecta conjunción-empatía-angustia entre protagonista y público. El director asume muchos riesgos cuando decide no acortar el plano. Haberlo hecho hubiera sido anestesiar al espectador y espectadora, hacerlo así supone una lección de puesta en escena y un plano con enorme profundidad ética.

Además el cortometraje muestra las fragilidad y la soledad que tienen las personas mayores (excelente la interpretación de Teresa del Olmo) en su día a día (más allá de que el cortometraje, bien resuelto, se desarrolle durante el confinamiento en España), la necesidad de los cuidados, las interminables jornadas laborales de la hija, la despreocupación de la nieta… A partir de una experiencia real, relatada por Isabel Genís, guionista de la película y que interpreta a la nieta, se convierte en una ficción de género, para finalizar con un plano para nada desasosegante. Un gran cortometraje.

LAS VENCIDAS Y NO DERROTADAS, Mau Cardoso (España, 53 min)

Las vencidas y no derrotadas es un documental que denuncia la violencia contra las mujeres en España antes, durante la guerra civil y la dictadura franquista. A través de un recorrido extenso en el tiempo, se muestran a numerosas mujeres que relatan, la pérdida de muchas libertades que tuvieron las mujeres, años de marginación, de invisibilización.

A través de una serie de capítulos (Guerra civil y represión; Persecución y exilio; Posguerra y exilio; Educación y trabajo; Iglesia y bebés robados; Oposición a la dictadura; Verdad, justicia y reparación) que cada uno de ellos merecería un documental, se explica, desde el testimonio único de las mujeres, lo que supuso para ellas este desgraciado periodo.

Las fosas de mujeres en San Telmo, la desbandá, la desaparición de bebés, la doble discriminación que sufrían las mujeres gitanas, son algunos de los temas que puntúan este trabajo, que invita a un emotivo coloquio y un enorme aprendizaje ara defender ahora, más que nunca, que la dictadura franquista fue, sin matiz alguno, un periodo terrorífico.

Rafael Arias Carrión