Paloma Uría

Oviedo, 2023

KRK ediciones. Cuadernos de pensamiento 39

 

Este libro de pequeño formato (11,50×16,50) y 78 páginas,  se acabó de imprimir el 3 de noviembre de 2023, al  cumplirse 230 años de la ejecución, guillotinada, de Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, como nos recuerda la edición.

Seis capítulos componen la obra de lectura dable e interesante, porque el feminismo del que nos habla viene de una mirada que lo inserta en su contexto y porque después de examinarlo osa hacer propuestas para un nuevo ciclo, cuestión que vale la pena debatir.

En la contraportada del libro se expresa bien el contenido:

La autora comenta la evolución y transformación experimentada por el feminismo desde los primeros años de su formación como movimiento social combativo, en la etapa de la transición democrática, hasta los años inquietos del presente. Fija su atención en los períodos de gobierno de la izquierda y en la progresiva institucionalización y politización del movimiento feminista. Se detiene en un análisis crítico de los principales rasgos de la ideología feminista más difundida y apunta una visión más amplia de sus preocupaciones y objetivos. Desde la convicción de que el movimiento feminista ha cumplido un ciclo, aporta sugerentes propuestas más acordes con la nueva etapa. Finalmente, llama a configurar un movimiento más amplio que incluya e incorpore, con una perspectiva feminista, a todas las personas que participen de la necesidad de combatir las crecientes desigualdades y alumbrar un mundo más justo.

La claridad expositiva y la concisión de los capítulos en los que describe la evolución del feminismo son meritorias. También, desde luego, la descripción del feminismo hegemónico, al que dedica el capítulo 4. Los dos últimos capítulos son los que suscitan mayor debate. El Feminismo hoy y  Propuestas para un nuevo ciclo, capítulos 5 y 6.

Sostiene la autora que el movimiento feminista cumplió un ciclo,  que hoy sigue haciendo falta el feminismo pero,  en un tiempo de crecimiento generalizado de las desigualdades y la mayor conciencia de la  diversidad de las mujeres – a diferencia de antaño  con posiciones más centradas en la identidad MUJER-, el sujeto político del feminismo  no es ya el que era.

“[…]El feminismo hoy tiene que recoger y apoyar las reivindicaciones de las mujeres en posiciones sociales más discriminadas (inmigrantes, empleadas de hogar, temporeras), pero al mismo tiempo, se debe tener conciencia de que su situación, aunque marcada por el género, es similar a la de los inmigrantes varones o los temporeros y otras muchas personas afectadas por la xenofobia y el racismo, la pobreza e incluso la miseria. No se puede entrar en si las mujeres sufren más o menos que otras personas explotadas, ni se puede pedir la abolición solo para las mujeres de la Ley de Extranjería, ni mejorar la contratación solo de las temporeras. Es preciso potenciar la solidaridad e integrar las reivindicaciones, pero ¿desde el feminismo? O quizá desde un movimiento social más amplio que se impregne de feminismo y en el que esté permanentemente presente la perspectiva de género. Los derechos de las mujeres formarán parte, de este modo, de una lucha más general contra las discriminaciones y desigualdades socioeconómicas…” (71-72)

Organizaciones capaces de integrar demandas y que impliquen a los hombres, en las demandas feministas y de justicia e igualdad para las mujeres.

De pensar e intercambiar ideas es de lo que se trata. Desde la politización del feminismo, el movimiento se fue vaciando en la medida en que las iniciativas y los debates se daban en los parlamentos al calor de las leyes propuestas por los partidos políticos. De hecho, los Medios de Comunicación preguntan a los partidos o a instituciones diversas que se ocupan de estas cosas  y ya no a las organizaciones feministas. Estas, tienen una existencia pequeña, en buena medida, por la existencia tan pegada y dependiente de las instituciones. Esto no  quiere decir  que no sea valioso el trabajo que hacen. En el feminismo,  en las demandas y reivindicaciones LGTBIQ y desde luego en la puesta en cuestión  del binarismo de género y de como estos, los géneros, sustentan la estructura social.

Paloma Uría, ha expresado largamente  sus preocupaciones sobre el feminismo en textos incluidos en Polémicas Feministas (1985) o Alianzas Rebeldes (2021).  El el  libro Un feminismo que no llegó al poder (2009) y en multitud de artículos. Varios de ellos en Andaina: revista galega de pensamento feminista.

D.B.


(1) Publicado en el nº 73 de Andaina: Revista Galega de Pensamento Feminista, 2024