Acción en Red Madrid con su proyecto Tan cerca, tan lejos ha aceptado la invitación de Telemadrid para colaborar en una emisión temática del programa Reporteros 360º que tenía como objetivo mostrar la realidad de las personas sin hogar en la ciudad de Madrid.
Dicha colaboración ha consistido en prestarnos a que un equipo de un operador de cámara y una reportera nos acompañaran en una ruta contra la exclusión, una de las actividades más visibles de nuestro trabajo.
Nos gustaría reflejar qué ocurrió exactamente durante la grabación del programa, y dar una visión más amplia que el exiguo contenido que se muestra en los últimos minutos del reportaje como guinda final a una imagen de las personas sin hogar claramente dirigida con unos intereses que ni nos importan ni nos incumben.
La ruta se desarrolló con una normalidad relativa, dentro de que durante las cinco horas que duró nos acompañaron una reportera y un operador de cámara (con foco, ya que era de noche). En el local, el equipo tuvo la oportunidad de grabar extensamente todo el proceso de preparación de la ruta, en la que ofrecemos café, caldo o zumo y algún alimento ligero (galletas, en este caso). Explicamos que llevar termos y alimento responde a la utilidad de tener una herramienta de acercamiento, y no es en absoluto un fin en sí mismo (aspecto que quedó recogido por la reportera, entendiendo la brevedad que los tiempos televisivos imponen). El objetivo de la ruta es conocer la realidad de las personas sin hogar para su estudio y su mejora, y también para ganar autoridad y legitimidad ante las instituciones y en nuestra labor de sensibilización. Se trata además de una labor de acompañamiento en la que nos dirigimos a nuestros vecinos en un plano de igualdad, obviando barreras que se hacen muy presentes en sus relaciones con otras personas que no están en situación de calle. Aquí les explicamos también las razones por las que decidimos no intervenir, sino actuar desde el voluntariado.
Nuestro primer destino fue la zona situada bajo los arcos del Viaducto, donde pernocta una colonia de subsaharianos. De camino, explicamos ante la cámara nuestras motivaciones individuales para el voluntariado, y les hablamos de los problemas de salud que derivan directamente del hecho de vivir en la calle o se agravan por ello. También de la doble exclusión a la que se ven sometidos ciertos colectivos, y de los prejuicios de los que son víctimas.
Aquí no fue posible grabar (no hubo consentimiento de quienes estaban allí) y continuamos hacia la plaza de Oriente. De camino tuvimos la oportunidad de hablar de la responsabilidad que como sociedad tenemos sobre el sinhogarismo. Aclaramos que al margen de las causas individuales que lleven a alguien a la calle, todos como sociedad somos responsables de que esta situación pueda darse. Una intervención adecuada y a tiempo puede evitar que una persona acabe en la calle, y que este mecanismo no exista no es en absoluto una responsabilidad individual.
En plaza de Oriente tuvimos una entrevista extensa con Antonio, que quiso contarnos su historia, y continuamos hacia la plaza de Opera. Aquí pudimos entrevistar a Maravillas, que también quiso compartir su problema familiar con nosotros. En el camino, hablamos de las personas que, como la propia Maravillas, viven situaciones de pobreza tan extrema que incluso teniendo un alojamiento, dependen de los voluntarios y de los comedores sociales para comer.
De la plaza de Opera nos dirigimos a la plaza Mayor, donde el equipo pudo grabar a Emilio. Allí, mientras paseábamos por los soportales charlando y ofreciendo café, hablamos sobre los prejuicios, cómo se construyen y cuánto afectan y de la doble vara de medir que tenemos como sociedad con las adicciones.
Hablamos de la dificultad para encontrar trabajo, de que no todos beben o consumen sustancias de algún tipo, de que tienen familia y amigos y mantienen relación con ellos, y de que no ejercen habitualmente la mendicidad. También les contamos qué hacemos como Acción en Red, más allá del proyecto Tan cerca, tan lejos, y que buscamos contribuir a un cambio social que dé lugar a una sociedad donde el sinhogarismo no tenga cabida. Y que mientras este cambio se produce, al menos se gestione de forma digna y dignificante.
La ruta terminó aquí. Entendemos los tiempos de los medios, el valor de los segundos en televisión y con respecto al montaje nuestra decepción tiene que ver con el agravio comparativo que sentimos frente a otros colectivos. En concreto, con los eclesiásticos. Ser laicos parece que nos pasó factura. No ejercer la caridad tal vez fuera otra de las razones por las que nuestra labor no fue entendida y por ello se nos relegó al último lugar, punto de menor interés del reportaje, no apareciendo en montaje de los créditos, ni textos a pie de imagen.
Con todo, queremos decir que lo escaso que se emitió, al menos recogió con bastante acierto el mensaje que quisimos transmitir y que si se desvirtuó fue únicamente por el poco espacio que se nos dio, y no por descontextualización de contenidos. Ya que algo hay que agradecer, es justo hacerlo.
El balance de la experiencia, podemos decir que es tibio, ya que a pesar de lo expuesto, entendemos que poner en el punto de mira la realidad de las personas sin hogar es de por sí positivo, y al menos no sentimos que se haya manipulado de forma deliberada nuestro mensaje, con los límites que la selección de cortes tienen, obviando cualquier discurso mínimamente político y centrados en la parte más asistencialista y tal vez menos representativa de lo que hacemos.